20 de junio de 2011

Y al tercer día se comió un donuts



Fue en la Revolución Francesa, en el 1792, cuando al celebrarse la Asamblea Legislativa, aquellos que pretendían un cambio político, decidieron sentarse a la izquierda del presidente; Mientras que aquellos que querían conservar lo establecido y mantener la monarquía, se acomodaron a la derecha del presidente, quedando libre la parte central del hemiciclo legislativo, en la que fueron sentándose los moderados que buscaban algún tipo de acuerdo.

Desde entonces, han quedado acuñados los términos: de Izquierda, para los que defienden un cambio político; de Derecha, para aquellos que pretenden conservarlos, conservadores; y de Centro para los que buscan acuerdos de una forma moderada. Esto lógicamente de una manera genérica, luego los partidos que deciden posicionarse en cada una de estas posturas, añaden sus reivindicaciones especificas y concretas de aquello que defienden.

Tras la Composición de los Ayuntamientos después de las últimas elecciones Municipales, todos los escaños han sido ocupados cumpliendo en la medida de sus posibilidades, esta norma no escrita, pero respetada por la mayoría. En el caso de mí Ayuntamiento, aparentemente no ha sido así, ya que al fondo del hemiciclo se acomoda el Presidente, disponiendo a su derecha a los ediles de su partido PP, mientras que a la izquierda del Presidente se colocan los ediles de PSOE y de IUV, faltando lógicamente los representantes del centro, al no tener representación en la corporación.

Y digo, aparentemente, porque acabo de caer en la conclusión, de que el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Jumilla, no es un hemiciclo, sino que más bien, es un Circulo de Participación Ciudadana, donde el centro está reservado para el pueblo, son las butacas del público, las que ocupan ese espacio tan importante, donde se sientan la moderación y la esperanza de alcanzar acuerdos para todos, por ello, voy a ocupar mi sitio en la próxima legislatura, soy un ciudadano y nadie dirá de mí, y al tercer día se comió un donuts.

15 de junio de 2011

Indignados en la UMU

Mucha participacion pidiendo mas democracia y separacion de los poderes.
Anticipado desde mi ZTE

8 de junio de 2011

Ni Juro, ni Prometo; Cumplo.


"Juro (o prometo) por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de concejal con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado".

Con esta frase, los 66.099 nuevos Concejales que van a tomar posesión de sus cargos el próximo once de Junio, accederán a la responsabilidad pública, y lo harán ya con polémica. Porque polémica suscita que en un estado aconfesional(art. 16.3 CE) se mantengan los símbolos de una determinada religión, pese a que su presencia carece de sustento legal, pues el decreto vigente desde el 1979, del protocolo de nombramiento, no hace referencia a ellos, sino a la formula del texto a aplicar. Polémica suscita también, que el texto obligue a los nuevos concejales a elegir una de las dos formulas:

Jurar, es afirmar o negar algo, poniendo a Dios como testigo, esta formula incumple el articulo 16.2 de la Constitución Española, cuando dice:"Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias". Bien es cierto que a nadie se le "obliga" a elegir esta formula, pero más cierto es, que quienes la elijan, están mostrando ya su falta de imparcialidad para aplicar la Constitución.

Prometer, es asegurar la certeza de lo que se dice o se hace, esta formula cumple con el protocolo de nombramiento y a la vez puede usarse por todos ya que no invoca a ningún Dios, por ello la promesa se considera la formula más laica y es usada por aquellos que otorgan la mayor importancia a los derechos cívicos por encima de todo.

Pero si polémica suscita la elección del texto a utilizar, mayor polémica origina el hecho de colocar la mano, sobre la Biblia o sobre la Constitución, pues,  puede darse el caso, y se da, de que un cargo público jure guardar y hacer guardar la Constitución, basando su juramento, sobre un libro como la Biblia, que recoje testimonios y escritos antiguos, entre ellos el Deuteronomio que dice: (Deut. 22:21) "Dios manda castigar con pena de lapidación a la mujer que no llegue virgen al matrimonio" (palabra de Dios, te alabamos señor). En clara contradicción con el articulo 32, puntos 1 y 2 de la Constitución Española.

Deseo a todo los Concejales el mayor de los éxitos en su labor diaria para conseguir el bienestar de nuestra sociedad, al tiempo que les deseo suerte en su cometido y suerte en la elección de la formula en la toma de posesión, pero yo me quedo con la mía: Ni Juro, ni Prometo; Cumplo.

Ildefonso Jiménez